viernes, 29 de abril de 2016

España es la bomba

Tranquilos, ya he descubierto el pastel. No es que el país esté en recesión, o crisis, o como quiera que toque este mes llamarse a este despropósito en el que nos hemos metido nosotros solos. Sí, nosotros solos, que aquí nadie dijo: “no, no me den comisiones de aquella manera, que me cargo el país”. El que no cobraba en sobres, lo hacía en jamones o trajes. Y el pobre tonto que no podía pescar nada, pues se llevaba grapas, folios o bolis del curro, pero algo hay que pillar. Y es que después de tanto tiempo, ya sé lo que pasa… ¡NOS QUIEREN ECHAR DEL PAÍS!

Sí, así es, ni más ni menos. Es que este país no tiene problema ninguno, todo lo contrario. España es genial, es la bomba. Y ahí fuera se han dado cuenta y nos la quieren quitar. No hablo de extremistas islámicos ni de refugiados, sino de los malos, de los blanquitos regorditos que vienen de Alemania y el Reino Unido. Esos son los que nos quieren echar. Vinieron con el boom turístico y se han dado cuenta de que aquí se vive bien, que aquí se vive de perlas. Así que empezaron poco a poco y ahora ya son casi los dueños del país.

Empezaron con Ibiza, Marbella, las grandes capitales, pero no tardarán en irse a la casa rural más escondida de España para poner su bandera. Mientras puedan venir, pagar mucho por los viajes (divisas que vuelven a su país, porque empresas españolas, pocas) y pagar poco a los trabajadores, de forma que nos tengamos que ir fuera para vivir. De esa forma, tienen más espacio para venirse ellos.

El turista siempre hace lo mismo, son actividades rutinarias porque vienen para quedarse. Quieren sentir lo que sería vivir aquí toda la vida. Y les gusta, les gusta mucho. Los grandes viajeros del s.XIX han desaparecido. Ahora lo que prima es ir a un apartamento bien cómodo, con buena gastronomía en la zona, fiesta a cualquier hora, buen tiempo y buena vida. Nada de explorar mundo, eso ya no se lleva. Ya no hay mundo por explorar, y menos para un oficinista de Manchester que lo único que quiere es largarse de su país, que es un rollo, para venirse a España, que es la caña.

Y es que la masificación del turismo que sufrimos aquí es incomparable. Y los modales de los visitantes, también son incomparables, y también los sufrimos.

El turoperador alemán TUI Group, publica una oferta de una semana en Baleares, por menos de 400€, todo incluido, cosa que no entiendo, porque a mí me sale más caro vivir en mi casa. El gancho para esta oferta es “Para divertirse hasta que venga el médico” (turismo médico, esa es otra historia). Y es que las agencias de viaje cada vez venden más las experiencias que se pueden disfrutar según qué destino. Siempre lo más típico, lo más alegre o apasionante, lo mejor de lo mejor. De esta forma, otro gancho bueno de la compañía es: “Música alta, jarras de cerveza llenas y mucho sol”. Muy bien. Ese es el espíritu. Y al que no le guste, que se vaya del país. Y vaya si lo hacemos.

Y no solo en Magaluf o Gandía, las visitas crean empleo, nuevos establecimientos, nuevos servicios, nada más que el sector del turismo tiene un impacto económico para Madrid de 6.000 millones de euros. Dónde se queda todo ese dinero no lo sé. Hay que alumbrar, limpiar y acondicionar las calles, claro, pero digo yo que para algo más dará ese dinero. Hay que ordenar el sector. El turismo es el principal motor económico y de creación de empleo de España. Pero no veo a camareros, recepcionistas, guías locales, nadar en la abundancia. Ni mucho menos. Contratos precarios, sueldos miserables en negro, yo no le veo ninguna ventaja a saber idiomas y saber ser servicial al amo. Anunciada Fernández de Córdova, responsable de Turismo de la Comunidad de Madrid, ante los buenos datos económicos: “se prioriza un modelo sostenible que genere bienestar para aquellos que nos visitan y con una oferta de calidad en los diferentes sectores y segmentos turísticos: compras, ocio, deporte, gastronomía, naturaleza, idiomas, ferias y congresos”.

No me ha parecido leer en ningún momento que se vaya a hacer algo para el empleado. Se crea empleo, pero no el suficiente viendo la alta tasa de desempleo que continúa. Así que el principal motor económico español o no lo es tanto, o algo hacemos mal. Porque aquí sigue viendo gente, casi a la misma velocidad a la que nos vamos del país. Lo que hace que se tomen medidas absurdas como en Ibiza, que ¡se ha prohibido beber agua en la calle! Así evitan que se engañe a las autoridades competentes escondiendo bebidas alcohólicas en botellas aparentemente inofensivas.

Pero es lo que queremos. Que vengan y se gasten pasta, aunque no queremos que estén aquí ni veamos pasta por ningún lado.

jueves, 21 de abril de 2016

Todo esto va a explotar


¡Que viva el turismo! ¿Pero a cualquier coste?
Aquí en España todo es muy bonito, las playas están muy limpias, el monte muy aseado y los restaurantes y hoteles son perfectos.
Pero claro, todo esto se tiene que pagar. Y es caro. ¿De dónde podemos sacar pasta? Pues sencillo, del trabajador.
-          ¡Pero eso no está bien!
Pues vete del país (a Panamá, que está de moda entre los políticos).
Si pagamos menos trabajadores, menos seguros sociales, contratamos por tres horas semanales y trabajan 12 al día, podemos sacar esto adelante.
¡¿En serio?! ¿No hay otra manera?
Pues se ve que no, porque esto se lleva haciendo desde el Boom turístico de los 80´. Contratos de dos meses en verano, dos días en semana santa, una semana en navidades… Si lo sumas todo, hacen 6 meses de turismo para el empresario. Un mes de contrato de jornada completa para un empleado medio. Ya es que ni fijos discontinuos.
Eso sí, que el camarero sea guapo, eficaz, rápido pero sin correr, que sepa plancharte un huevo o freírte una corbata, que en un momento dado, se suba a la habitación del hotel y haga la cama y limpie el baño, con idiomas, que aquí viene gente de todos los países, que no se queje, no diga palabrotas, si es posible que no fume, así no se toma descansos, y que tenga familia e hipoteca, para asegurarnos de que no se va a ir si un día no le pago… Y que cobre poco, que no está la cosa para malgastar.
Así que a ponerse a estudiar inglés y alemán, o ruso y chino, que es súper importante que un camarero que cobra de 4 a 5€ la hora, sepa idiomas y tenga estudios…
Lo mejor sería poder contratar un robot para este trabajo, así no tenemos que preocuparnos de nada. Sólo estar pendientes de que no se le acabe la batería.
Este año (otro más) el turismo se define como “motor de la economía nacional”, con un incremento del 4´3% en relación al año pasado, superando la previsión de crecimiento para el 2016, situándolo en el 3´8% desde el 3´4% estimado en enero.
De esta forma, el turismo español encadena diez trimestres consecutivos de incrementos por encima del 3 %, liderando la recuperación del conjunto de la economía española, según la Alianza para la Excelencia Turística, Exceltur.
Y más datos positivos, generación de 89.000 afiliados más que marzo del 2015 en el sector turístico. Que me gustaría a mí ver esos contratos…
Para poder alojar y servir a los más de 18 millones de turistas que se estiman que visitarán el país en el segundo trimestre del año ¡superando los 17.000 millones de euros!
Al menos parece que alguien se da cuenta de que todo esto es impensable sin empleados, la diputada socialista María Jesús Serrano ha pedido en la Comisión de Industria, Energía y Turismo del Congreso de los Diputados que el Gobierno aborde la elaboración de una nueva estrategia que apuntale, e incluso mejore, el potencial turístico del país y que apueste por "el empleo de calidad".
"Como el resto de la economía española, el turismo también ha quedado sujeto a la precariedad que ha traído la reforma laboral del PP, esa máquina de convertir los empleos en contratos laborales de segunda y tercera categoría", ha asegurado la diputada socialista.
Del mismo modo, Serrano ha recordado que "la temporalidad en el sector turístico el año pasado rondaba el 35%, la mayor de los sectores económicos, y según el INE, la hostelería sigue siendo la actividad económica española con los salarios más bajos". Por todo ello, la diputada socialista ha insistido en que la importancia del sector turístico para la economía española sobrepasa lo anecdótico para convertirse "en un verdadero motor de desarrollo económico y de creación de empleo".
Tranquilo señor empresario, todo esto es un pataleo para quedar bien. No se preocupe y siga disfrutando de su vida, que ahora le traigo yo el café.