Mientras que las pequeñas ciudades no saben qué hacer
para atraer visitantes a sus calles, las grandes urbes no saben qué hacer para
controlar tanto turista en sus aceras.
El turismo genera riqueza, o al menos, hace caja, eso
está claro. Pero no solo genera dinero, también genera malestar en según qué
circunstancias. A las ya conocidas fiestas de borrachera de turistas ingleses o
a las colonias alemanas de la costa, se unen problemas que otros ya quisieran: ¡demasiada
gente!
Y es que ciudades como Barcelona, Madrid o Sevilla tienen
que pelear para ver quién se lleva los cuartos. Ya no es sorpresa ver
mochileros, esos turistas que tanto daban de hablar en los 90 y la década pasada.
Es lo que antes se llevaba. Es lo que ahora casi es obligatorio. A todos nos
gusta ir un 5 estrellas todo pagado y con excursiones programadas para no tener
ni que pensar dónde ir. Pero eso no es cool. Hay que ir y hacerlo todo lo más
barato posible, para fardar con los amigos porque has sido más listo que el
resto de los turistas. ¡Viendo la misma ciudad y por mitad de precio! Vaya
suerte… Pero claro, esto tiene víctimas y consecuencias. ¿Víctimas? Los hoteles
y pensiones de perfil bajo que se ven abandonadas porque los clientes van a
habitaciones o viviendas de alquiler que no tienen regulación turística
ninguna. Tal vez cuestan lo mismo, pero son mucho más cosmopolitas, quedan
mucho mejor en una conversación. Yo mismo he utilizado este tipo de alquiler y
es más divertido decir: “conocí al dueño de la casa, un holandés que era un
encanto, con una chica alquilada en la habitación de al lado, que es de
Australia”. Vaya anécdota. Mucho mejor que decir que el hotel era bonito, muy
acogedor.
Pero tiene consecuencias. Viviendas concebidas para
familias que se ven molestadas por el continuo trasiego de turistas entrando y
saliendo a todas horas, ruido, malestar en general por una actividad comercial
en una vivienda privada. Y no solo el malestar a la hora de la siesta, sino
empobrecimiento del servicio, lo que hace que la visión general ciudad se vea
influenciada, además de un aumento de movimiento de dinero que no se refleja en
los impuestos, con lo que aunque entre dinero en una vivienda de alquiler, no hay
nada destinado a la limpieza de las calles, adecuación del transporte urbano,
etc. O incluso en planes turísticos.
Ahora que la Asociación Turismo de Madrid llevará a cabo
el nuevo plan estratégico de turismo 2015-2019 (sí, 2015…), ven que para
promocionar hace falta dinero, pero los hoteleros madrileños rechazan el
posible impuesto al turismo en la capital que defendió recientemente el
coordinador general del Ayuntamiento de Madrid. Un ambicioso plan que pretende
que Madrid entre en el Top 5 de ciudades más visitadas de Europa, para lo cual,
tendrá que pelear contra Londres, París, Berlín, Roma y Barcelona).
Promoción que no verían con muy buenos ojos en Barcelona,
donde los ciudadanos están cada vez más hartos de las molestias derivadas del
turismo. Los barceloneses consideran que el turismo es el cuarto problema más
grave de la ciudad, por detrás del paro y las condiciones de trabajo, la
inseguridad y la limpieza.
Los vecinos del Gótico, Barceloneta, Sant Pere, Santa
Caterina y La Ribera, la Dreta del Eixample y la Antiga Esquerra del Eixample
señalan la presencia turística como primera queja, algo lógico teniendo en
cuenta que acogen las principales atracciones turísticas.
Como último ejemplo, en Andalucía ven claro que no pueden
renunciar al control de miles de plazas turísticas.
La secretaria general de la Consejería de la Junta
asegura que en un año "todo el mundo" verá las ventajas de la
regularización
La Junta de Andalucía, aseguró ayer que todas las
normativas que tocan temas "sensibles" generan al principio
"reticencias y ciertas dudas", pero garantizó que de aquí a un año
"todo el mundo verá las ventajas de tener un sector regulado".
Que los propietarios realicen una declaración responsable y se inscriban en el Registro de Turismo de la Junta- "beneficia a todos: al destino, al empresario que cumple con sus obligaciones legales y sin duda alguna la turista, porque va a representar mayor calidad y seguridad" en sus visitas a Andalucía.
Sólo el tiempo dirá cuál es el mejor método: sacar provisiones de los profesionales, prohibir los alegales o hacer que todos cumplan sus obligaciones. Por ahora parece que los andaluces tienen las de ganar…
Que los propietarios realicen una declaración responsable y se inscriban en el Registro de Turismo de la Junta- "beneficia a todos: al destino, al empresario que cumple con sus obligaciones legales y sin duda alguna la turista, porque va a representar mayor calidad y seguridad" en sus visitas a Andalucía.
Sólo el tiempo dirá cuál es el mejor método: sacar provisiones de los profesionales, prohibir los alegales o hacer que todos cumplan sus obligaciones. Por ahora parece que los andaluces tienen las de ganar…
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